Cómo volver a confiar en alguien: 10 maneras de aprender a confiar en la gente

Última actualización en 2 octubre, 2022

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Todo el mundo ha experimentado dolor emocional en algún momento de su vida. Todos hemos sentido que nuestra confianza se ha visto comprometida, y nos preguntamos si podremos volver a confiar en alguien.

Esas experiencias pueden ser muy dolorosas, y los sentimientos son completamente normales.

Tienes miedo de volver a confiar por temor al dolor futuro. Tiene sentido….

La traición de un ser querido provoca uno de los dolores más fuertes que se puedan imaginar.

Sin embargo, la confianza es la base de todas las relaciones significativas, y no puedes saltártela sin más.

La buena noticia es que puede aprendes a confiar de nuevo.

Pero..

La desafortunada verdad es que algún día pueden volver a herirte.

Confiar es una decisión que debes tomar sabiendo que nunca hay garantías de que no volverás a sentirte así en el futuro.

Así que, teniendo esto en cuenta, te preguntarás ¿cómo puedes aprender a confiar de nuevo en alguien?

Es muy sencillo. Tienes que tomar la decisión y volver a intentarlo. Tienes que bajar la guardia y soltar el miedo.

No es fácil, y no ocurrirá de la noche a la mañana. Tendrás que trabajar en ello.

Aquí tienes algunos consejos que puedes seguir para ayudarte a elegir volver a confiar en alguien después de una experiencia dolorosa.

1. Acepta la vulnerabilidad

La vulnerabilidad es una de tus mayores fortalezas.

Como humanos, tendemos a creer que nos arriesgamos demasiado al exponernos y ser vulnerables, pero en realidad es lo contrario.

Si no te expones y te arriesgas, acabas perdiéndote muchas cosas. La vida es desordenada, pero tiene que serlo para que merezca la pena vivirla.

Construir muros de protección tras los que esconderse, emocionalmente hablando, puede parecer una buena idea, pero esos muros no discriminan entre sentimientos positivos y negativos.

Una vida en la que está garantizada la ausencia de traición también está garantizada la ausencia de amor. El amor es elegir confiar en alguien con tu corazón.

Puedes practicar mostrando tu vulnerabilidad emocional en un entorno seguro. Habla con un familiar cercano o un buen amigo y sé sincero con ellos sobre cómo te sientes.

Puede que confíes implícitamente en ellos, pero el acto de abrirte lo demuestra de forma muy real y refuerza la creencia en tu mente de que la confianza es algo bueno.

2. Aprende a confiar en ti mismo

Para poder confiar alguna vez en otra persona, primero debes confiar en ti mismo. Confía en tu juicio y en tu capacidad para tomar buenas decisiones.

El hecho de que alguien a quien querías te haya hecho daño no significa que tengas poco juicio o que hayas cometido un error al dejarle entrar.

Tus instintos son poderosos, y no debes dudar de ti misma basándote en esta única experiencia. Presta atención a tus instintos y confía en ti hoy, mañana y todos los días.

Un buen ejercicio para intentar reconstruir la confianza en ti misma es observar todas las decisiones que has tomado y que han tenido resultados positivos.

Empieza con tu decisión de terminar con la persona que rompió tu confianza. Si sabías que nunca podrías volver a confiar en ella, dejar la relación fue sin duda la decisión correcta.

Y mira tu vida en general y todas las cosas que van bien en ella. Seguramente habrás tomado muchas buenas decisiones que han tenido resultados positivos.

Buenas elecciones financieras, buenas elecciones profesionales, buenas elecciones de salud, buenas elecciones de amistad: haz una lista y recuérdate lo fuertes que son tus instintos.

3. Elige perdonar

El perdón es importante. Puede que no elijas necesariamente perdonar a la persona que te hizo daño (aunque eso también puede ser terapéutico), pero al menos perdónate a ti mismo.

Es natural que te culpes por permitir que alguien te haga daño. Puede que pienses que fuiste un estúpido por permitirlo o que deberías haberlo sabido.

Recuerda que fuiste valiente al abrirte a ser vulnerable en primer lugar. No tienes la culpa de las acciones de otra persona.

Actuaste con las mejores intenciones. Cumpliste tu parte del trato de la relación.

Seguro que no estabas de acuerdo con tu pareja e incluso te enfadaste con ella a veces, pero no te merecías que se rompiera tu confianza.

Ninguna relación es perfecta. Hiciste todo lo posible para que la tuya funcionara. No te digas lo contrario.

Perdónate a ti misma.

4. Deja tiempo para el duelo

Sí, ser herido por alguien requiere que pases por todo el proceso de duelo.

Estás de duelo por la relación que tenías con esa persona. Estás de duelo por la persona que creías conocer, pero que resultó ser alguien diferente.

Estás de duelo por la vida que tenías y por la vida que pensabas que tendrías con ella en el futuro.

El duelo suele incluir las siguientes 5 etapas: negación, ira, negociación, depresión y, finalmente, aceptación.

No luches contra ninguna de estas etapas, ya que son naturales e importantes.

5. No sigas etiquetándote como víctima

Es muy fácil sentirse mal con uno mismo después de haber sido herido. Aunque puede que necesites uno o dos días para quedarte en la cama comiendo helado y llorando con historias de amor tristes en la televisión, intenta acabar con ello rápidamente.

Eso no te ayudará a superar el dolor.

No te permitas revolcarte en el escozor de haber sido traicionado. Si te centras totalmente en culpar a la persona implicada, te conviertes en la víctima.

Y, sí, puede que haya actuado de forma que te hiera y rompa tu confianza, pero eso es culpa suya, no tuya.

No eres su víctima. No eres la víctima. No eres una víctima.

Si lo permites, la mentalidad de víctima puede impregnar todos los ámbitos de tu vida. Puede robarte la confianza en ti mismo y tu autoestima.

¿Quieres dar a la otra persona ese tipo de poder sobre ti incluso cuando ya no esté en tu vida?

Haz un esfuerzo para superarlo. Sí, puedes superarlo. Tienes más control del que crees. Date un poco de crédito.

El siguiente paso es..

6. Mantener tus expectativas altas

Sólo porque te haya herido alguien a quien amabas, no tienes que rebajar tus expectativas en el futuro.

De hecho, deberías mantener las mismas expectativas o incluso subir el listón

No aceptes futuros engaños o infidelidades porque te hayas insensibilizado a ellos, pienses que te los mereces o los consideres parte de toda relación.

Deja clara tu opinión sobre la confianza a cualquier futura pareja y hazle saber que no tolerarás ninguna ruptura de esa confianza.

7. Deja atrás el pasado

Date cuenta de que tu pasado es diferente a tu futuro. El mal comportamiento de una persona no es un reflejo de toda la humanidad.

Aunque es inteligente evitar el mismo tipo de personas y situaciones en las que se violó tu confianza, nunca debes dejar que tus experiencias pasadas empañen tus expectativas para el futuro.

Observa tu comportamiento y permanece atento a cualquier signo de que tu pasado pueda estar influyendo en tu forma de responder a la gente ahora.

No proyectes tus propios sentimientos de inseguridad en las posibles nuevas parejas, o podrías leer en su comportamiento cosas que no existen realmente.

Recuerda: te mereces amar a alguien y esa persona se merece tu confianza.

8. Considera la alternativa

Piensa por un momento en vivir una vida sin amor ni compañía. No suena muy atractivo, ¿verdad?

Quizá la mejor razón para aprender a confiar de nuevo en la gente es que la alternativa es peor. Sin relaciones significativas, la vida pierde gran parte de su vitalidad y chispa.

Mira hacia adelante 30 años y imagínate solo y todavía atormentado por los problemas de confianza. Piensa en todas las personas que pueden haber ido y venido durante ese tiempo, y en las que se habrían quedado si les hubieras dado una oportunidad.

Esto te ayudará a aceptar que el potencial de amor merece el riesgo de un posible desamor. De hecho, la balanza no está ni siquiera cerca de estar equilibrada, sino que se inclina firmemente a favor del amor.

9. Considera todas las posibilidades futuras

Seguro que has amado a la última persona. Pero está claro que el destino tiene un plan diferente para ti.

Puede que te resulte difícil pensar en ello ahora, pero hay alguien ahí fuera que es mejor para ti.

Concéntrate en quién conocerás en el futuro. Tal vez una relación haya terminado para que pueda empezar otra.

Imagina todas las primeras veces que están por venir: la primera vez que pongas los ojos en alguien, las primeras palabras, las primeras mariposas, el primer beso, el primer momento en que te des cuenta de que te estás enamorando de él.

Déjate emocionar por esas primeras veces. La emoción es un tónico muy eficaz para el miedo. Hará a un lado el miedo y te llenará de esperanza y optimismo de que hay alguien especial esperando a que lo conozcas.

La emoción te impulsará a abrazar la posibilidad en cada momento y te permitirá dejar que otras personas se acerquen.

Si decides no volver a confiar en alguien, puedes acabar perdiéndote a alguien verdaderamente increíble. Como hacemos todos, algún día mirarás atrás y sabrás que había una razón para lo que ocurrió.

10. Cuenta tu historia

Un día, cuando encuentres a esa persona perfecta, y te sientas preparado para confiar en ella, asegúrate de comunicarte abiertamente sobre tu experiencia pasada y tu miedo a un futuro desengaño.

No sólo es saludable comunicarse honestamente al principio de una nueva relación, sino que también puedes descubrir que la nueva persona tiene una historia y unos miedos similares.

Aprender a ser vulnerable y a confiar de nuevo después de un dolor profundo puede parecer a veces casi imposible. Puedes pensar que es mejor quedarte solo con la única persona en la que realmente puedes confiar (tú mismo).

Sin embargo, las relaciones son vitales para una vida de calidad. Sin los momentos difíciles, nunca podríamos apreciar los buenos momentos. Así que lo mejor es elegir permanecer abierto y confiar incluso después de haber sido traicionado y herido.

El amor puede provocar el dolor más intenso posible, pero también puede ser lo más grande que jamás hayas experimentado. Después de todo, nadie dijo que el amor fuera a ser fácil.

Lucía Gutiérrez
Sobre Lucía Gutiérrez

Lucía ha estado trabajando como psicóloga de niños y adolescentes en un entorno clínico desde que se graduó en la Universidad Europea de Madrid en 2006. Tiene un interés especial en trabajar con niños y familias que se han visto afectados por el divorcio o la separación, y ha completado una formación avanzada en mediación y resolución de conflictos.

Lucía es una clínica cálida y empática que cree en la importancia de construir relaciones terapéuticas fuertes con sus clientes para facilitar el cambio. Trabaja en colaboración con sus clientes para ayudarles a alcanzar sus objetivos, y utiliza un enfoque integrador del asesoramiento que se basa en una serie de enfoques teóricos diferentes.