A veces puedes tener pensamientos no deseados de los que quieres alejarte. Se clavan en tu cabeza mientras luchas por liberarte del bucle de retroalimentación que sigue trayéndolos de vuelta.
Esos pensamientos pueden ir desde lo mundano e intrascendente hasta lo inquietante y aterrador.
Pueden provenir de la anticipación, como estar nervioso por una importante entrevista de trabajo que se avecina en un par de semanas. También pueden provenir de experiencias pasadas, como una experiencia traumática.
Algunas personas luchan con pensamientos intrusivos y recurrentes a causa de una enfermedad mental que introduce esos pensamientos en nuestro pensamiento por mucho que intentemos detenerlo.
Sea cual sea el origen de esos pensamientos, necesitas tener diferentes estrategias para alejar tu mente de ellos.
Es bueno tener varias estrategias diferentes cuando surgen esos pensamientos. Es poco probable que una sola estrategia funcione siempre. Y a veces, no podrás apartar tu mente de ellos. A veces sólo tienes que montar la ola hasta que concluya.
Ahora bien, supón que eres una persona con una enfermedad mental que lucha contra los pensamientos intrusivos y fijados. En ese caso, tu mejor opción será hablar con un profesional de la salud mental certificado. Eso puede ser un síntoma de un problema mayor que hay que abordar y gestionar con ayuda profesional.
Pero, si eres alguien que simplemente está luchando por alejar su mente de los pensamientos no deseados, tenemos veinte sugerencias que pueden ser útiles.
1. Dedícate a una afición.
Un pasatiempo es una gran distracción para apartar tu mente de algo. Elige una actividad que te obligue a concentrarte en lo que estás haciendo, mientras lo haces. De ese modo, dejas menos espacio para que tu mente divague y se fije en esos pensamientos intrusivos.
2. Encuentra algo de risa.
Tal vez sea bromeando con un amigo, viendo alguna comedia o simplemente participando en una actividad que te produzca alegría.
La risa produce muchas sustancias químicas que te hacen sentir bien y que pueden ayudar a mejorar tu estado de ánimo y cambiar el ambiente general de tu cerebro. Esos sentimientos positivos pueden ayudar a alimentar otros sentimientos positivos, compensando la preocupación, la ansiedad y la negatividad.
3. Escribe sobre ello.
El acto de escribir o llevar un diario puede ser terapéutico. Hay varias formas de escribir para alejar tu mente de los pensamientos persistentes. Te sugerimos que te sientes con un bolígrafo y un cuaderno para escribir.
El acto de escribir deliberada y cuidadosamente tus pensamientos y sentimientos es un acto de paciencia y atención. Es necesario que estés en el momento para articularte con claridad.
4. Haz una tarea repetitiva.
Hay un tipo de meditación que consiste en perderse en actividades repetitivas y mundanas. Concentras tu mente en la acción mientras la realizas para que tu mente se despeje.
Piensa en fregar el suelo. Pones la fregona en el agua y luego la pones en el suelo. Cada pasada de la fregona está limpiando la superficie del suelo. Estás observando la fregona mientras la mueves para asegurarte de que llegas a cada centímetro del suelo. Buscas la suciedad o las manchas que podrías haber pasado por alto en la primera pasada.
Este tipo de actividad es la atención plena en acción.
5. Busca la gratitud.
La gratitud es una herramienta muy poderosa para combatir los procesos de pensamiento negativos. La gente suele hablar vagamente del poder de la gratitud y de que ha cambiado su vida. En realidad, no hablan mucho de cómo funciona.
Se reduce a entrenar a tu cerebro para que perciba la realidad de forma diferente. Cuando estás agradecido por las cosas que tienes, cuando tus pensamientos se centran en apreciar las cosas que tienes, no dejan espacio para las cosas que no tienes.
Hacer esto de forma repetitiva entrena a tu cerebro para buscar la positividad, lo que te ayudará a alejar tu mente de los pensamientos negativos.
6. Habla de ello con un amigo.
A veces sólo necesitamos sentarnos con un amigo y desahogarnos sobre lo que nos preocupa. Un amigo en un momento de necesidad puede ayudar a suavizar las preocupaciones, redirigir los pensamientos negativos y combatir la soledad que a veces sentimos en la vida.
Apóyate en un amigo o en un ser querido si tienes esa opción. Si no es así, también puedes probar con un grupo de apoyo online, en el que, por lo general, puedes obtener un apoyo inmediato. Sin embargo, algunos son mejores que otros, así que infórmate sobre el grupo antes de entrar.
7. Escucha algo inspirador.
Los oradores inspiradores están ahí fuera intentando ser una fuerza de positividad en este mundo tan difícil. Puede que no tengas ningún animador personal, pero es agradable escuchar historias de personas que han superado los retos con los que luchamos y recordarnos que nosotros también podemos superarlos.
Encuentra algunas personas que tengan mensajes con los que estés de acuerdo, que te hagan sentir esperanzado e inspirado, y escucha sus historias.
8. Medita para aclarar tu mente.
Una mente y unas emociones claras hacen que la vida sea mucho más cómoda de procesar y gestionar. La meditación es una valiosa habilidad utilizada desde hace miles de años para aceptar los propios sentimientos y dejarlos fluir.
Aprender a meditar puede ayudarte a obtener un mayor control sobre tus propios pensamientos, haciendo que esos pensamientos en bucle sean más fáciles de manejar. Lleva tiempo llegar a ser bueno en ello. Practica con regularidad.
9. Ejercita tu cuerpo.
El ejercicio proporciona muchos aspectos positivos para tu salud física y mental. No sólo mantiene tus músculos fuertes y te ayuda a mantenerte en forma, sino que también facilita la producción de sustancias químicas energizantes que ayudan a potenciar tu mente.
El ejercicio también puede incorporarse a una actividad de atención plena al centrar tus pensamientos en tus acciones y movimientos. Muchos ejercicios requieren una buena forma, para no lesionarse, lo que requiere esa concentración.
10. Lee algo.
¿Necesitas apartar tu mente de algo? La lectura es una forma fantástica de ocupar y redirigir tus pensamientos hacia lo que estés leyendo.
Te sugerimos que no leas cosas preocupantes o estresantes, como las noticias o los artículos de opinión. En su lugar, lee algo que sea divertido o que te haga pensar. De este modo, puedes aligerar el ambiente de tu mente y, con suerte, conseguir que tus pensamientos vayan por otro camino.
11. Da un paso hacia la consecución de un objetivo.
¡Haz algo! Sin duda, hay algo que puedes hacer que te ayudará a acercarte a un objetivo que puedas tener. Haz una de esas pequeñas cosas que hay que hacer para ayudarte a avanzar hacia el éxito.
Si no tienes ningún objetivo, ahora puede ser el momento de sentarte y planificar lo que realmente quieres perseguir.
12. Cambia tu forma de pensar.
Intenta reformular los pensamientos que tienes en algo más positivo. En lugar de centrarte en lo que puede salir mal o en tus miedos, céntrate en lo que puede salir bien.
¿Cómo podrían beneficiarte positivamente estas circunstancias? ¿Qué bien puede salir de todo esto? ¿Qué bien puedes crear para ti y para tu vida a partir de todo esto?
13. Programa tiempo para pensar en ello.
A veces tenemos pensamientos no deseados porque no les dedicamos el tiempo adecuado. Se abren paso a la fuerza porque necesitan atención, pero estamos demasiado ocupados intentando distraernos.
Puede ser útil programar un tiempo específico para sentarse y contemplar los pensamientos que nos atormentan. Tómate media hora más o menos, cuando tengas algo de tiempo para ti, para sentarte y reflexionar.
Y una vez pasada la media hora, puede que te resulte más fácil apartar tu mente de esos pensamientos haciendo otra cosa de esta lista.
14. Acompáñate a una cita.
¿Necesitas cambiar las cosas? Acompáñate de una cita. Come algo, ve una película, pasea por un parque, o incluso tómate unas pequeñas vacaciones a una ciudad vecina. Un fin de semana en una habitación de hotel es un buen cambio de escenario y de ritmo respecto a tu vida cotidiana.
Esa interrupción puede darte un pequeño descanso de los pensamientos que estás rumiando y que pueden ser inducidos por el estrés de tu vida.
15. Dedica un poco de tiempo a soñar despierto.
Los adultos pueden beneficiarse de soñar despiertos tanto como los niños. Es bueno dejar que tu mente y tu imaginación vaguen solas, de vez en cuando. Ayuda a ejercitar esas partes imaginativas del cerebro que fomentan el pensamiento creativo.
Eso también ayuda a la resolución creativa de problemas. Un poco de ensoñación puede ser un bienvenido respiro de los ciclos regulares y la naturaleza mundana de la vida cotidiana.
Pero no lo hagas tan a menudo como para que interfiera en tu capacidad de dirigir tu vida.
16. Aprende algo nuevo.
Internet es un lugar fantástico donde puedes aprender todo tipo de cosas nuevas y emocionantes. Aleja tu mente de tus problemas actuales aprendiendo algo nuevo.
Hay sitios web que tienen lecciones gratuitas y estructuradas sobre todo tipo de temas diferentes que pueden ayudarte a aprender algo nuevo. Es una forma estupenda de pasar el tiempo en lugar de obsesionarte con tus pensamientos.
17. Escucha algo de música.
Una descarga de tu música favorita puede ayudarte a apartar tu mente de esos pensamientos indeseados. Pon algunas de tus canciones favoritas y concéntrate en ellas.
Concéntrate en los distintos elementos de la canción, escucha profundamente las palabras del artista y simplemente déjate llevar por la melodía durante un rato. Deja que te lleve a otro lugar.
18. Practica el perdón.
El perdón puede ser un tema difícil. Mucha gente piensa en el perdón puramente en el sentido de una disculpa que aceptas de otra persona para absolverla de su maldad. Pero ése no es el único tipo de perdón.
También se trata de aceptar cosas que han sucedido, a veces cosas horribles que ya no quieres que controlen tu vida.
A veces se trata de perdonarte a ti mismo por haber tomado decisiones equivocadas y elegir sanar y seguir adelante con ellas. La vida no se detiene. Continúa con o sin nosotros. Quedarse atrás y quedarse en esos sentimientos y acciones equivocadas no hace ningún bien a nadie.
19. Siente tus sentimientos y luego déjalos ir.
¡Estás ocupado! ¡No tienes tiempo para sentir tus sentimientos! Hay que trabajar, hay que alimentar a los niños, hay que limpiar la casa, hay otra pila de ropa para lavar. ¡No se acaba nunca!
Aun así, dedicar tiempo a sentir tus sentimientos y dejarlos ir es algo que puede aliviar tu mente.
Quizá no puedas sentarte con ellos ahora mismo porque tienes cosas que hacer, pero tal vez puedas hacerlo esta tarde en un baño de burbujas caliente con unas velas para iluminar el ambiente.
20. Recuérdate que estarás bien.
Estás ahí sentada, leyendo este artículo, ¿verdad? Has sobrevivido a todo lo que la vida te ha lanzado hasta ahora, ¿no es así?
¡Mírate! Puede que no lo parezca, pero lo estás haciendo muy bien. Lo estás haciendo muy bien por el mero hecho de buscar la forma de ampliar tus conocimientos y encontrar la manera de enfrentarte a las cosas difíciles que pasan por tu mente.
Eso significa que estás en el camino del éxito. Lo estás intentando. Estás haciendo movimientos. Estás trabajando para encontrar formas de mejorar, lo que significa que hay esperanza.
Interrumpe esos pensamientos con ese recordatorio. Estarás bien. Estos pensamientos no durarán siempre, y los superarás. Piensa en las cosas que ya has superado, y sabe que también superarás esto.
Estarás bien.